Brownie de chocolate blanco

Este es un bizcocho que a todo el mundo le gusta. Reconozco que es el rey de los bizcochos, tanto tanto, que deja de ser un simple bizcocho para pasar a llamarse Brownie. Tiene una textura húmeda y esponjosa, un sabor a chocolate exquisito, os invito a probarlo, te lo comerás sin apenas darte cuenta.

Además es ideal para tartas fondant ya que apenas se reseca, no necesita remojarse demasiado. El único inconveniente es que no puede tornearse con facilidad y que no aguanta el peso para tartas de varios pisos, pero por lo demás es espectacular.

La receta es muy sencilla.

INGREDIENTES:

- 3 huevos medianos.
- 150 gr de azúcar.
- 150 gr de mantequilla.
- 150 gr de harina.
- 150 gr de chocolate blanco.
- 1 sobre de levadura en polvo.

PREPARACIÓN:

Colocamos la mantequilla y el chocolate troceados en un bol para derretirlos al microondas. Con unos 40 segundos es suficiente, sacamos y removemos ya que con el calor residual se irán derritiendo. Si vemos que es necesario algo mas de calor los volveremos a introducir en el microondas por intervalos de 10 sg y removiendo siempre a continuación hasta que veamos que ambos están disueltos.

Batimos en otro bol los huevos con el azúcar con varillas eléctricas a velocidad media durante 10 minutos, a continuación incorporamos la mezcla del chocolate con la mantequilla y removemos suavemente con varilla manual hasta que todo esté completamente integrado.

Mezclamos la levadura con la harina con la ayuda de un tenedor y volcamos la mezcla sobre la que ya tenemos preparada. Es conveniente que utilicemos un tamizador o un colador grande para volcar la mezcla de harina con levadura, de esta forma se conseguirá un bizcocho más esponjoso.

Con ayuda de una lengua y mediante movimientos envolventes vamos incorporando la harina que hemos añadido a la mezcla hasta que consigamos que todo se haya mezclado homogéneamente.

Preparamos un molde para horno untándolo con mantequilla y espolvoreándolo con harina por toda su base y por las paredes, esto nos facilitará el desmoldado. Yo utilizo spray desmoldante y va genial, pero si no lo tenéis, el método tradicional os servirá a las mil maravillas.

En mi caso he utilizado unos moldes para muffins que aún no había estrenado, han salido buenísimos.

Lo introducimos en el horno precalentado a 180 grados unos 40 minutos, si lo que hacéis son muffins bastará con 30 minutos, aunque ya sabéis que cada horno es un mundo, así que no dejéis de comprobar pinchándolo con un palillo antes de sacarlo del horno.

Es importante que lo dejéis enfriar bien antes de desmoldarlo para que no se os rompa.

Ya me contareis, estoy seguro de que nunca habréis probado un bizcocho igual.

¡Que lo disfrutéis!